
07 Jun ¿Viajar solo o acompañado? Pros, contras y consejos formales
¿Viajar solo? Ventajas y desventajas
¿Mejor solo o en compañía? Es una pregunta que muchos se hacen antes de lanzarse a la aventura, y con razón. Después de años pedaleando por el mundo, la mayor parte en soledad y otras veces acompañado, he tenido tiempo de reflexionar este tema.
En este artículo te comparto las ventajas y desventajas de cada opción, mis experiencias personales y algunas recomendaciones para que puedas tomar la mejor decisión según tu estilo de viaje.
Ventajas de viajar solo/a
Libertad absoluta: tú eres el guía y el dueño de tus decisiones. Tú te lo guisas tú te lo comes. Dónde acampar, a qué hora me levanto, cuándo parar, cuántos kilómetros recorrer ¿Y si hoy no es día de pedalear y prefiero ver cómo pasa la vida desde una plaza? Eres el amo y señor de tu tiempo, y eso es un privilegio que muy pocas personas se pueden permitir.
Conexión con el entorno: La gente local conecta contigo mucho más sobre todo por dos motivos: porque viajas en bicicleta y viajas solo. Primero, que la bicicleta tiene una magia especial, romántica, valiente, humilde y esos valores atraen mucho, en especial a la gente que vive en entornos rurales. Y segundo, que el hecho de verte solo, cansado y vulnerable despierta su instinto más primitivo de ayudar al ser humano.
Aprendes a conocerte (y a soportarte): No hay escapatoria. Si te llevabas bien contigo mismo, disfrutarás de la mejor compañía, si no, aprenderás a llevarte mejor, no hay otra. Por si fuera poco además, descubrirás que encima de la bicicleta, en ese estado de soledad y conexión interna, comienzan a llegar a tu mente, pensamientos, ideas y reflexiones que jamás habías imaginado. Como si alguien te las enviara desde el aire. Si escribes un diario y al cabo del tiempo lees algunos de esos pensamientos escritos, te dirás ¿Esto lo he escrito yo?
Flexibilidad total: puedes cambiar la ruta sin negociaciones. Y si acabas en un camino lleno de piedras o durmiendo en el peor lugar imaginable, nadie te lo echará en cara. Lo asumes, aprendes y no tienes que dar explicaciones a nadie.
Desventajas de viajar solo/a
La soledad, claro: hay días en los que el silencio pesa más que las alforjas. No es mi caso. Pero sé de otros viajeros que esto pasa.
No puedes repartir tareas: conseguir comida, cargar el agua, cocinar, montar la tienda, solucionar los problemas mecánicos, negociar precios, una cagalera de espanto… todo recae en ti.
En caso de emergencia, estás solo: esto es lo que más preocupa a tus padres, especialmente a tu madre y a toda la gente que te quiere. Eso mismo hace que pongas más atención en notificar tu posición y no correr riesgos innecesarios. Lo ajeno a nosotros no lo podemos controlar y lo que tenga que ser será. En estos casos llevar un seguro de viaje te puede salvar de una buena.
A veces, no tienes con quién compartir tus inquietudes y experiencias del día: lo único que puedes hacer es escribirlo o grabar los momentos más especiales y compartirlos en el formato que te apetezca: un blog, redes sociales, youtube,… No es lo mismo que compartirlo con otra persona al atardecer y alrededor de un fuego, pero ayuda a expresar lo que has vivido.

Mi experiencia viajando solo en bicicleta
Hasta la fecha la mayor parte de mi vuelta al mundo la he hecho en solitario. No por antisocial o porque no tenga amigos. Los tengo y muchos, pero es complicado convencerles para que agarren su bicicleta y vengan a pedalear conmigo.
Viajar solo me ha regalado encuentros increíbles e inesperados, introspecciones profundas y una confianza en mí mismo que no cabe en un contenedor chino.
He aprendido a afrontar los miedos, a ser autosuficiente y a confiar en la VIDA. Confiar. Esa es la clave. Confiar en que pase lo que pase, tendrá solución. Yo hablo mucho del Míster. El Míster es para mí algo Supremo, Inmenso, siempre presente. Hablo con Él cuando necesito ayuda y Él se encarga de mover los hilos. Te prometo que a veces me asusta su creatividad para darme lo que quiero. Imposible sentirme solo. Y es algo que he aprendido con el tiempo.
También he tenido noches de dudas, problemas de salud, cenas aburridas y desayunos mirando al horizonte sin nadie con quien compartir el café. Con el tiempo aprendes que son situaciones pasajeras y que forman parte del viaje, como lo son las cuestas empinadas, las largas bajadas o llanuras infinitas.
Llevé una guitarra durante un tiempo (desde Italia hasta Turquía) y después la sustituí por una armónica. Ahora llevo también lápices de colores para alegrar mi diario de bitácora. Y así amenizo algunos momentos del día.
Comparto mis vivencias y consejos en este blog y publico contenido exclusivo (vídeos, artículos, fotos…) en mi Comunidad de Patreon. Con ello consigo dos cosas:
- Motivar a otras personas a viajar en bicicleta
- Dar a conocer la verdadera realidad de viajar por el mundo en una máquina que se mueve con tus piernas.
El que suda la camiseta soy yo, pero gracias al apoyo tan cercano de esta comunidad es como viajar en pelotón y a rebufo.
Consejos para viajar solo sin dramas
Lleva algo para entretenerte (un libro, eReader, un instrumento musical, lápices, libreta, una radio analógica, un reproductor de mp3,…)
No tengas miedo de hablar con la gente local. Cuando viajas en solitario esas personas son tus mejores aliadas. La mayoría de las veces no solo te ayudarán en las necesidades básicas: agua, comida y cobijo, será también una gran oportunidad para conocer sus costumbres, sus vidas, sus historias. Y no te olvides, igualmente para ellos es una oportunidad fantástica de conocerte. Ábrete y disfruta de esos momentos únicos.
Aprende lo básico de mecánica. Conoce tu bicicleta. Ella es importante. Es tu compañera y has de cuidarla como ella cuida de ti. La mayoría de los problemas mecánicos los puedes solucionar por tu cuenta si tienes los conocimientos básicos. Con ello ganarás autonomía y tranquilidad.

Confía en tu intuición. Al viajar en solitario durante un tiempo prolongado, desarrollas un instinto especial. Una especie de radar. Es difícil de explicar con palabras. Lo sentirás en momentos concretos y delicados; al tener que elegir entre un camino u otro, buscar un lugar para dormir, al tratar con una persona… Ella nunca se equivoca.
¿Viajar acompañado? Pros y contras.
Ventajas de viajar en compañía
Las ventajas de viajar acompañado son muchas si la compañía es grata y se cumplen algunas pautas de convivencia básicas, como el respeto, empatía, paciencia, aceptación y solidaridad. Por decir unas pocas. Si estas virtudes se dan, entonces hay un equipo. Si no se dan, entonces solo se trata de un grupo de personas que llevan la misma dirección.
Compartir el camino es más sabroso y divertido: desde una galleta de chocolate, un puñado de frutos secos o una larga subida a ritmo de tortuga coja. Todo sabe mejor acompañado.
Reparto de tareas: Uno cocina la pasta con salsa de tomate, verduras y atún, y el otro friega los platos. Y así con todo.
Apoyo emocional: Cuando uno no tiene el día, por el motivo que sea, el resto empujan del carro. Acomodan la marcha a la del más lento y lo animan para subir la moral. La energía total del equipo actúa como un catalizador capaz de transformar un día de mierda en un día glorioso.
Risas garantizadas (sobre todo cuando el que pincha no eres tú): Si hay confianza y buena sintonía, los momentos incómodos son la oportunidad perfecta para poner en práctica el humor y el cachondeo. Momentos que luego serán recordados como anécdotas divertidas más que como momentos de mierda

Apoyo logístico. Lo que no tiene uno lo tiene el otro; parches anti-pinchazos, ibuprofeno, multi-herramientas… Lo que uno no sabe, tal vez el otro sepa algo; centrar una rueda, poner un radio, ajustar los frenos,… Todo se comparte. Todo suma.
Asistente de cámara. Cuentas con alguien que te haga fotos o te grave con la cámara sin necesidad de montar el trípode, enfocar la escena y cruzar los dedos para que la toma sea buena. Se ahorra una barbaridad de tiempo y el resultado será mucho mejor que haciéndolo solo.
Desventajas de viajar con alguien
Tienes que negociar constantemente: ritmos, comidas, descansos… Esto es quizá el mayor quebradero de cabeza y el mejor generador de tensiones en el equipo. Si no hay entendimiento, respeto y conciencia de equipo, las diferencias romperán la armonía del viaje y provocará con ello la inevitable separación.
El roce hace el desgaste (más aún si llevas muchos kilómetros juntos): Suelen decir que convivir 24 horas con un amigo o tu pareja durante mucho tiempo puede provocar dos cosas: un amor inquebrantable o romper la relación. Esta convivencia plena es la mejor prueba de amor y respeto que existe.
Si hay tensiones, no hay escapatoria fácil, y la buena vibra se va al traste. Si dependes del resto de compañeros/as estás condenado/a a entenderte. No es tan fácil decir adiós, me voy a mi casa, no puedo más. Quizá hayáis hecho reservas conjuntas de alojamiento, no puedes desviarte de la ruta o no tienes los conocimientos suficientes para viajar por tu cuenta hasta que se calmen los ánimos.
No todos viven el viaje con la misma intensidad o filosofía: está claro. Quizá a uno le encanta parar a hacer fotos mientras que otro disfruta más rodando largas distancias. Es importante conocerse bien y que esto no arruine el viaje y peor aún, la relación.
Lo que aprendí viajando acompañado

He compartido ruta en varias ocasiones con otros viajeros. Fueron convivencias cortas y sin ninguna tensión. En Italia con Gianni durante tres días por la Vía Francígena, y dos días con un ciclo-viajero albano en Croacia.
Fue en Tayikistán donde realmente viví mi experiencia más intensa de viaje en grupo. Marc y Daniele fueron mis compañeros de aventuras durante más de dos meses. Una prueba real de todo lo que implica viajar acompañado.
Aquí te cuento con todo detalle cómo fue esta experiencia.
👉 Mi experiencia pedaleando en compañía: crónica de tres bicis y un camino compartido
Recomendaciones si vas a pedalear con otra persona
Hablen claro antes de salir: ritmos, expectativas, presupuesto, preferencias,… La mayoría de los problemas de convivencia son provocados por una falta de comunicación. Desde casa y con el mapa encima de la mesa todo parece maravilloso, es encima de la bici, en la carretera, donde uno descubre la verdadera realidad. Cuanta más claro esté todo antes del viaje más fácil será resolver los roces y malentendidos.
Respeta los espacios individuales. Esto es súper importante. No solo para viajar con alguien, sino en cualquier convivencia. Uno necesitará un momento del día para escribir su diario, tocar un instrumento, meditar o tocarse la gaita él o ella sola sin que nadie le moleste. Estos momentos deberían existir y ser respetados para equilibrar la relación. Soledad y Convivencia son dos piezas imprescindibles y totalmente compatibles.
Acepta que habrá diferencias (y que eso también es parte del viaje): Por mucha confianza, por mucho que se haya hablado, por mucho aprecio que se tenga, habrá momentos delicados en que haya que tomar decisiones importantes y es normal que no siempre haya un acuerdo. Enfadarse no sirve de nada. Una buena forma de salir del bache es negociar las decisiones. Por ejemplo: «Vale, avanzamos 50 kilómetros más, pero mañana dormimos en una guest house». De esta manera las diferencias quedan compensadas. Hoy por ti, mañana por mí.
Elige bien: no todos los amigos son buenos compañeros de ruta. Esta es quizá la decisión más difícil de todas. ¿Cómo saber si ese amigo/a de toda la vida será un buen compañero de aventuras? Nunca lo sabrás hasta que estéis en el lío. Lo mejor es hacer una salida juntos de unos días y probar en formato más simple lo que luego vais a vivir con más intensidad. Por ejemplo: acampada libre, cocinar, ritmo de pedaleo,…
Sé independiente y autosuficiente: para mí este es el mejor salvoconducto en un viaje en grupo. Si en algún momento te agota la convivencia o necesitas más tiempo para estar contigo, si eres autosuficiente (tienes tu tienda, tu cocina, tu todo) puedes separarte por uno o varios días y volver a juntarte con el equipo más adelante. Si no, estás condenado a entenderte. No hay otra.
Entonces… ¿mejor viajar solo o en compañía?
Mi conclusión después de miles de kilómetros
No hay una respuesta correcta. Hay momentos para todo. He necesitado del silencio de la soledad tanto como de la risa de una conversación al final del día. A veces el mejor compañero es uno mismo, y otras, es alguien que sabe cuándo callar y cuándo sacar las galletas de chocolate.
Lo importante es estar en paz con tu decisión, y saber que siempre puedes cambiar. El viaje no es una línea recta, ni emocional ni geográfica.
🚴♂️ Bonus Track: ¿Y si pruebas ambas cosas?
¿Y si te das permiso para salir solo… y luego encontrarte con otros en el camino? Muchos viajeros terminan conectando con personas afines en la ruta. Algunas se quedan una tarde, otras una semana… y otras, quién sabe.
¿Te gustó este artículo?
🎒 Puedes recibir más historias, reflexiones y consejos cicloviajeros en mi newsletter.
💚 Y si quieres apoyar esta aventura y formar parte del equipo, te invito a que le eches un ojo aquí.
Pingback:¿Y si no viajo solo? Mi experiencia pedaleando en compañía
Posted at 05:28h, 07 junio[…] 💡 Si aún estás dudando entre viajar en solitario o con compañía, te recomiendo leer antes este artículo: ¿Viajar solo o acompañado? Pros, contras y consejos sinceros. […]